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miércoles, agosto 23, 2006

Cuarta semana


Soltero en casa
(Failure to launch)
Comedia romántica
Dura: 97 minutos AM 13
Dirige: Tom Dey
Actúan: Sarah Jessica Parker, Matthew McCounaghey, Kathy Bates
Edita: AVH
De qué va: a pesar de haber pasado los treinta hace rato, y de tener suficiente dinero como para alquilarse un departamentito en alguna parte, Tripp se resiste a dejar la casa de papá y mamá. Hasta que éstos, agotados del hijo grandulón y aprovechador, deciden contratar los servicios de una “motivadora profesional” para desalojarlo sin que él se dé cuenta. Allí entra en escena Paula, quien asegura ser capaz de lograr que su “víctima” comience pronto a revisar los avisos del mercado inmobiliario.
Qué me parece: mala. Llena de clichés, intenta sostener una idea que no cierra por ninguna parte: el trabajo de la chica consiste en seducir a los solteros y, luego de cumplir una serie de pasos, cortar la relación, dejándolos listos para la independencia. Desorientadísima después de Sex and the city (eso sí, increíblemente vestida), Sarah Jessica parece la hermana mayor de Matthew, quien –permítanme la comparación– tiene aproximadamente el mismo talento y carisma que un paquete de yerba Taragüí de 1kg. Hay elementos de la trama incorporados de manera arbitraria (¿los animales que muerden al protagonista? ¿y eso qué quiere decir?), y algo que no estamos dispuestos a perdonar en ninguna comedia romántica por más tonta que sea: entre los protagonistas hay cero (0) química romántica.

Ni se te ocurra: si no sos una adoradora (o adorador) de los abdominales de Matt.

Caché (Escondido)
Suspenso
Dura: 117 minutos AM 13
Dirige: Michael Haneke
Actúan: Daniel Auteuil, Juliette Binoche, Maurice Bénichou
Edita: TVE
De qué va: Georges, conductor de un programa televisivo cultural, comienza a recibir videos que muestran el frente de su casa, y a él saliendo de ella. Días más tarde llega otro video, poco después otro, y así. Mientras tanto, él comienza a sospechar quién puede ser el autor, pero decide no compartir esta información con su esposa que, cada vez más desesperada, teme por ellos y por el hijo adolescente de ambos.
Qué me parece: este director austríaco ya había demostrado en sus anteriores trabajos (Funny Games, La profesora de piano) que no le interesa dejar conforme al espectador: lo suyo es incomodarlo. Aquí se remite a un episodio casi soslayado en la historia francesa, en el que cientos de argelinos murieron en pleno centro de París durante una manifestación. La figura del protagonista funciona como símbolo de una sociedad que no termina de asumir sus responsabilidades.
Por momentos, Caché juega a superponer el punto de vista del narrador con el del espectador: ¿además de nosotros, quién mira a Georges? ¿quién envía los videos? La violencia está instalada y corrompe todas las relaciones. La resolución del misterio es, de algún modo, lo menos importante. Pero, si te interesa, no te pierdas la secuencia de los créditos, que ahí hay algo para descubrir y discutir.
Ni se te ocurra:
si los finales abiertos te irritan.

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